Estudio sobre el Tiempo que Tardan las Mujeres Víctimas de Violencia de Género en Verbalizar su Situación

Objetivos

Este estudio trata de analizar el tiempo que tardan las mujeres víctimas de violencia de género en verbalizar su situación, ya sea solicitando apoyo y asesoramiento en un servicio especializado de atención a víctimas de violencia de género y/o denunciando formalmente dicha situación, desde el momento que comienzan a sufrir malos tratos.

A través de esta variable “tiempo empleado” se pretenden analizar los factores copartícipes en dicho comportamiento/decisión, con el fin de poder diseñar medidas y actuaciones que impulsen a las víctimas a verbalizar su situación de manera más rápida e inmediata, entendiendo que, con ello, se disminuirán las consecuencias y secuelas en todos los aspectos de su vida, así como en las de sus hijos e hijas expuestos directa o indirectamente a la misma y, por tanto, también víctimas.

Metodología

El informe ha sido elaborado por la Fundación Igual a Igual y editado por el Ministerio de Igualdad. El objetivo principal consiste en analizar los motivos que llevan a las mujeres a dar el paso de denunciar o solicitar ayuda, para así proponer actuaciones que contribuyan a reducir el tiempo transcurrido hasta dicho momento desde el inicio de los malos tratos.

Para dicho estudio, 1220 mujeres víctimas de maltrato de todas las Comunidades Autónomas de España exceptuando Cataluña, han respondido a un cuestionario de forma anónima y voluntaria. Los resultados que arroja el estudio indican que de media se tardan más de 8 años en verbalizar la situación vivida y salir del ciclo de la violencia, con una especial dificultad en las mujeres de mayor edad. La variable respectiva a la edad de las mujeres presenta una gran variabilidad mostrando que las mujeres mayores de 65 años pueden llegar a tardar 26 años en dar el paso, frente a los 2 años de las mujeres más jóvenes (en torno a los 18 años). Otra de las variables que influyen en la toma de decisión es la existencia o no de hijos e hijas. El estudio muestra que las cargas familiares pueden dificultar la salida de la situación de violencia.

Entre los principales motivos que las mujeres mencionan para no denunciar o pedir ayuda se encuentran: el miedo al agresor (50%), la percepción de que pueden resolverlo solas (45%), y no reconocerse como víctima de violencia machista (36%). Asimismo se encuentran otras explicaciones con una gran frecuencia tales como los sentimientos de culpa o vergüenza, y la escasez de recursos económicos. Por el contrario, hasta un 54% de las mujeres respondió que tomó la decisión por estar demasiado afectadas a nivel psicológico, y hasta un 48% en base a las características de la última agresión.

Elementos para la consideración como Buena Práctica

Este informe constituye una Buena Práctica por diversos motivos. En primer lugar, contribuye a generar conocimiento acerca de la realidad a la que se enfrentan las mujeres víctimas de malos tratos, favoreciendo así la erradicación de algunos mitos sobre la violencia de género y las mujeres que la sufren.

Por otro lado, en base a los resultados se facilita crear estrategias interventivas y medidas que se ajusten a las necesidades reales de las mujeres que se encuentren en esa situación. En este caso concreto, cualquier acción que disminuya el tiempo que las mujeres pasan experimentando malos tratos puede considerarse positiva.

Además, la muestra del estudio abarca prácticamente todo el territorio español, lo que no aporta una visión más global y completa del fenómeno objeto de investigación, sino que permite atender a las especificidades de las propias mujeres y de los diferentes territorios.