Gira por España: «Impunidad y violencia contra las mujeres: la lucha por la vida en Ámérica Latina»

La Consejería en Proyectos (Project Counselling Service) se fundó en 1979 como organización de la cooperación internacional y tiene como objetivo fundamental fortalecer las capacidades de las poblaciones afectadas por el desplazamiento, el refugio y otras formas de desarraigo, para potenciar procesos organizativos autónomos, democráticos, interculturales y con perspectiva de género, en el marco de la promoción, defensa y ejercicio de los derechos humanos.

A través del proyecto denominado “Impunidad y Violencia contra las Mujeres: La Lucha por la Vida en América Latina", la ONG internacional, Consejería en Proyectos (PCS), quiere denunciar la violencia estructural que sufren muchas mujeres en Latino América ante la mirada impasible del Estado. Denuncian esa impunidad que caracteriza a los que comenten delitos contra la integridad de las mujeres en situaciones de conflicto y post-conflicto en algunos países del continente americano.

Mujeres de Guatemala, Perú y Colombia, expertas en esta temática y activistas en la lucha contra la violencia contra las mujeres, realizaron una gira por España con el objetivo de concienciar a la opinión pública internacional sobre lo que sucede en sus países de origen, sensibilizando a cerca de la importancia de introducir en la agenda internacional el tratamiento de este fenómeno en contextos de conflicto y post-conflicto.
Así como promover un diálogo norte-sur y la construcción de una red internacional de cooperación, solidaridad y presión política.

Establecieron una alianza estratégica con tres ONG españolas (Mugarik Gabe, Aldea y ACSUR Las Segovias) y ofrecieron conferencias de prensa, visitaron el Parlamento Vasco y el Navarro y se reunieron con instituciones y organizaciones no gubernamentales, especialmente con organizaciones feministas.

A través de la publicación del libro “Impunidad pongámosle fin. Violencia sexual contra las mujeres en contextos de conflicto armado y post-conflicto en América Latina” con el apoyo financiero del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, por medio de la ONG española Solidaridad Internacional, lograron incorporar en la agenda española el tema de la violencia sexual contra las mujeres y la impunidad en situaciones de conflicto.

La violencia ejercida contra las mujeres supone un tipo de violencia específica, derivada de las desiguales relaciones de género, que sitúan en desventaja a las mujeres. La socialización de género reproduce y justifica la jerarquía entre los dos sexos y legitima los patrones de dominación y opresión de los hombres sobre las mujeres. El uso de la violencia hacia las mujeres es un medio de control sobre sus cuerpos y deseos, que les afecta en las distintas etapas de su vida y que en su forma más extrema supone la muerte.

En situaciones de conflicto las mujeres se encuentran en contextos de una mayor vulnerabilidad debido a los posibles desplazamientos, el reclutamiento forzado o el confinamiento  que supone la pérdida de redes de apoyo y un mayor sentimiento de inseguridad que las expone  a situaciones de explotación sexual. Además se genera un clima de violencia e impunidad que deja a las mujeres sin ningún tipo de protección.
El cuerpo de las mujeres es utilizado como un “campo de batalla” o instrumento para humillar al enemigo incapaz de proteger a sus mujeres.

En torno a este fenómeno han surgido dos conceptos para definir esta vulneración a los derechos de las mujeres: el acuñado por Diana Russel, femicidio, que se refiere al asesinato de mujeres por el hecho de serlo, como homólogo al homicidio (acción de dar muerte a un hombre) y el denominado feminicidio, utilizado por la mexicana Marcela Lagarde, que hace referencia a un ambiente ideológico de odio hacia las mujeres, de violencia normalizada hacia éstas por ausencias legales o políticas puestas en marcha por el Estado.
No sólo nos referimos a las muertes violentas de mujeres sino también a otras formas de opresión hacia ellas como son: la violación, el incesto, el abuso físico y emocional,  el acoso sexual, el uso de mujeres en la pornografía, la explotación sexual, el rapto, la esterilización o la maternidad forzada.

Los asesinatos perpetrados contra las mujeres en situaciones de conflicto y post-conflicto se caracterizan por los siguientes elementos:

  • Alevosía, cuando no existe la posibilidad  de que la víctima pueda defenderse, por sus condiciones personales o por las circunstancias en las que se encuentre.
  • Ensañamiento, entendido como el acto de causar la muerte inflingiendo daños innecesarios.
  • Impulso de perversidad brutal: intención de causar un daño excesivo y desproporcionado y de gozar del padecimiento de la víctima.
  • Carácter sexual como eje estructural y articulador sobre el que se sustenta cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
  • Premeditación o intencionalidad, con anterioridad  suficiente para organizarlo y planearlo, sufriendo, en algunos casos, amenazas previas.
  • Tanto en el ámbito público, en las calles, el trabajo, la escuela, etc., como en el privado, dentro del hogar o núcleo familiar.
  •  Se habla de responsabilidad colectiva, no sólo de los que ejecutan el asesinato, maridos, parejas, familiares, desconocidos, violadores, asesinos, agentes del Estado, sino también del resto de la sociedad  que legitima y “naturaliza” esa violencia.
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