- Países donde se desarrolla: Inglaterra
- Ámbitos: europeo,
- Año de inicio: 1997
- Promovido por:
Centro de investigación de Violencia, abuso y relaciones de género. Universidad de Leeds.
West Yorkshire Police Headquarters
+ 44 1 924 292 388
Características del programa:
· Da prioridad a la cooperación entre agencias en general, y de justicia penal en particular (policía, ministerio público, tribunales).
· Reconoce la violencia doméstica como un delito/crimen, en igualdad de condiciones que otros delitos tipificados por el Código Penal.
· Demuestra la eficacia de una intervención precoz de la policía.
· La policía responde siempre a la llamada de auxilio y de hecho, emite un mensaje contundente: o al responsable:"la violencia contra las mujeres es un delito”; o a la víctima: “que tiene derecho a la protección”; o/y a la comunidad: “que la violencia contra las mujeres no se tolera”.
El Programa “Victimización Repetida” se apoya en la práctica policial normal: Embarcarse en la persecución; Detener lo antes posible a los responsables; Proteger a las víctimas.
En el caso de la policía de West Yorkshire, la práctica estandarizada de actuación se ha extendido a la violencia doméstica; consiguiendo que se encuentre en igualdad de condiciones que los otros delitos penales.
En síntesis, el método de trabajo de la policía consiste en detener un número relativamente reducido de transgresores que cometen un número importante de delitos y crímenes, desde el supuesto de que un número bajo de culpables son responsables de un alto número de delitos o crímenes tipificados por el Código Civil. En el caso de la violencia doméstica, el número de agresiones que se producen en el seno del hogar familiar y que son perpetrados por hombres contra sus parejas femeninas, es más elevado que el número real de hombres culpables de crímenes.
El objetivo general de este proyecto es mejorar la respuesta de la policía frente a la violencia doméstica.
El Programa “Victimización Repetida” y su aplicación en caso de violencia doméstica exige la participación de la totalidad de las fuerzas policiales, sin modificar, de ninguna manera la práctica policial y con la máxima discreción.
En el caso del proyecto de West Yorkshire, se designó a una agente de violencia doméstica (DVO-Domestic Violence Officer) que se encargó de la puesta en marcha del modelo, tomando las decisiones sobre el grado de intervención. El método consistía en calcular la tasa de reincidencia en relación con las intervenciones de la policía. En el caso del West Yorkshire, la policía disponía ya de un programa informático, creado casi diez años antes, que permitía verificar si un hombre había sido interpelado en el curso de los últimos 12 meses. Si no era el caso, el culpable quedaba registrado en el nivel 1. Si había sido interpelado alguna vez en el curso de dichos 12 meses, quedaba registrado en el nivel 2 y si lo había sido en más de 2 o 3 veces, quedaba registrado en el nivel 3. Estos niveles determinan el tipo de respuesta y de intervención policial. Reunidos estos tres niveles permitían determinar el “Índice de violencia doméstica”. El DVO (Domestic Violence Officer) podía en cualquier momento decidir la clasificación de cada individuo en función de la evolución de su caso a lo largo de un plazo de tiempo.
Respuestas de la policía en función de cada nivel de intervención:
- Nivel 1: consiste en recopilar información; la policía envía una carta al agresor y a la víctima, esta última con información sobre agencias de ayuda a mujeres, es decir, informaciones relativas a agentes sociales, judiciales y de protección. La respuesta del “Police Watch” se ha puesto en marcha.
- Nivel 2: Se envía otra carta. Una persona del cuerpo de la policía hace una visita y se pone en marcha el dispositivo “Cocoon Watch". Si la mujer está separada, el delito es igualmente motivo de seguimiento.
- Nivel 3: Otra carta y activación del dispositivo “Police Watch". Agentes responsables de Violencia Doméstica (DVO) se hacen visibles y patrullan el área cercana a la víctima y al agresor; se establecen contactos con agencias de ayuda a mujeres (con el permiso de la mujer involucrada) y todas las medidas de urgencia (señal de alarma, etc) se ponen en marcha y se registran. Si existen lesiones, tentativas de homicidio u homicidio, el responsable es conducido frente al juez y se le abre un expediente policial con el historial delictivo del autor. Esto se ha demostrado útil tanto para la persona querellante como para la juzgadora, en especial si se establece fianza, teniendo en cuenta los largos plazos que hay que esperar para que un asunto llegue a los tribunales.
Conceptos:
- “POLICE WATCH”: contribuye a mejorar la visibilidad y a reforzar la presencia policial. Cuando esta acción se pone en marcha, la policía patrulla en el sector donde el autor y la víctima habitan, para demostrar que las cosas han tomado un cariz serio.
- “COCOON WATCH”: Se trata de ganar el apoyo de la vecindad y del grupo de amigas/os. Con el consentimiento (indispensable) de la mujer, la policía contacta con los vecinos y les pide proporcionar información sobre incidentes, con el fin de proteger a la mujer. Gracias a este tipo de acción, el círculo inmediato (vecindad) está autorizado a llamar a la policía en un momento crucial, mientras la mayoría suele dudar, persuadidos del carácter privado de este tipo de asuntos. Las historias personales de la mujer no se divulgan, pero se ruega a las y los vecinas/os tomar medidas en caso de ser necesario.
Además de estos métodos particulares de intervención, también se desarrolla la cooperación entre las fuerzas de justicia y de interior (agentes de libertad condicional, fiscalía y tribunales) y entre agencias sociales (las de bienestar y la policía). Sistemáticamente se hace entrega a la mujer de un listado de diferentes recursos a las cuales puede dirigirse.
El proyecto ha sido objeto de una evaluación de seis meses después de su puesta en marcha: ésta ha revelado que el 83% de los autores del nivel 1 no han necesitado otra intervención durante dicho periodo. Una evaluación global ha echado luz sobre otros factores. En primer lugar, para los hombres registrados en la categoría 1, la intervención precoz había sido más eficaz que para aquellos clasificados en otra categoría. En segundo lugar, este tipo de intervención policial facilita el desarrollo de servicios coherentes para las mujeres.
La intervención queda estipulada y estructurada por adelantado en función de los niveles de intervención, y entonces, la opción “sin seguimiento” queda totalmente eliminada. Está previsto que la policía intervenga en todo momento. Cada llamada da lugar a una intervención policial y se registra de manera informática: así se asegura la coherencia de las intervenciones.
El control informático de cada agresor ayuda a establecer el perfil de este tipo de hombres. Aquellos para los cuales es indispensable una vigilancia continua, son identificados. Así es posible establecer los contactos con otros ámbitos criminales en los cuales podrían estar implicados.
El proyecto ha puesto en evidencia la importancia del registro de datos y de los códigos utilizados para identificar los casos de violencia doméstica, en relación con los diferentes actos criminales. Este aspecto es fundamental; es de esa manera como se garantizan la recogida de datos absolutos que den fe de la medida e intensidad de la violencia en el contexto doméstico. La intervención de la policía se convierte en un elemento esencial cuando la violencia doméstica no es considerada como un delito menor (faltas) y sus actuaciones se guían por los procedimientos habituales contra los delitos mayores.