Violencia sexual en contra de las mujeres en el contexto del conflicto armado colombiano

Objetivos

Desde Oxfam International han trabajado en la realización de una investigación en materia de violencia sexual en el contexto del conflicto armado de Colombia.
Las violencias contra las mujeres en Colombia continúan y se exacerban en el marco de este conflicto armado. Ante esta realidad, conocer la magnitud de las violencias en contra de las mujeres y sus posibles vínculos con el conflicto armado, resulta un reto ineludible para encontrar alternativas que permitan su erradicación. Para ello se realizó esta investigación entre 2001 y 2009.
Desde hace más de cinco décadas, Colombia ha sufrido uno de los conflictos armados más prolongados en el mundo. La concentración de la tierra y el desplazamiento forzoso de la población, profundas inequidades sociales, y el control de territorios geoestratégicos para el narcotráfico, entre otros, constituyen las causas este conflicto. En este contexto, encontramos la confrontación entre distintos actores armados: fuerza pública, paramilitares y guerrilla, y la afectación a la sociedad civil por parte de estos grupos. Todo ello ha generado graves violaciones a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, entre las que se encuentra la violencia sexual contra las mujeres.
Los principales objetivos de la investigación son:
  • Establecer bases estadísticas sólidas.
  • Recuperar la visión de las mujeres víctimas de las violencias
  • Potenciar que el Gobierno Colombiano y a la comunidad internacional, tomen medidas concretas y factibles orientadas a la prevención y eliminación de esta forma de violencia, y la superación de la impunidad frente a este crimen.

Metodología 

La información que arroja la presente investigación, en el periodo 2001-2009, muestra su gravedad por la alta prevalencia del 17.58% para los 407 municipios con presencia de Fuerza Pública, guerrilla y paramilitares. De esta alta prevalencia se desprende que durante los nueve años objeto de esta investigación, 489.687 mujeres fueron víctimas directas de violencia sexual.
Este dato representa que anualmente en promedio, 54.410 mujeres fueron víctimas directas de algún tipo de violencia sexual, 149 diariamente y 6 cada hora. De lo anterior, es posible inferir que la violencia sexual constituye una práctica habitual y frecuente en el marco del conflicto armado y por lo mismo, puede ser calificada como generalizada de conformidad con el derecho internacional.
Según los mismos resultados, 4 de cada 10 víctimas de violencia sexual no reconocen haber sido víctimas antes de indagar por cada uno de los tipos de hechos que constituyen la categoría violencia sexual utilizada en esta investigación. Otros sin embargo se reconocen abiertamente como formas de violencia sexual (prostitución forzada y violación).
Los resultados arrojados por esta investigación, permitieron hacer el vínculo entre la presencia de actores armados, el incremento de la violencia sexual y las razones por las que las mujeres víctimas no denuncian. Al respecto, el 64,26% de las mujeres considera que la presencia de los actores armados en los municipios incrementa la violencia sexual en el espacio público, mientras que el 49,28% consideran lo mismo en el espacio privado. Adicionalmente, el 73,93% de las mujeres considera que la presencia de los grupos armados constituye un obstáculo a la denuncia de los hechos de violencia sexual. De este modo, el continuo de la violencia sexual contra las mujeres se ve reflejado en su ocurrencia en espacios y por actores “públicos”, incluyendo los actores armados, y en espacios y actores privados, incluyendo sus parejas y otros familiares.

Elementos para la consideración de Buena Práctica

El proceso de investigación ha propiciado que se visibilicen los tipos de violencias sexuales, contribuyendo a romper con la naturalización de algunas formas de violencia sexual, a que este tipo de delitos dejen de reproducirse, y evitando que no encuentren ni en la población ni en las autoridades cotas que señalen, prohíban y castiguen este tipo de hechos.
Otro elemento importante ha sido conjugar factores relacionados con la presencia de actores armados en los territorios, con la prevalencia de la violencia sexual y la falta de conocimiento sobre qué es este tipo de violencia contra las mujeres y niñas.
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