Proyecto Mercurio

 
Bajo la premisa de que los hombres tienen un importante papel en la violencia doméstica que se ejerce contra las mujeres, al ser ellos los agentes activos de dicha violencia, resultaba fundamental trabajar en la sensibilización y concienciación de éstos, procurando implicarles e incentivar su compromiso.
 
Se ha trabajado sobre tres pilares argumentales:
1.   Que los varones tienen la responsabilidad de evitar la violencia contra las mujeres.
2.   Que los varones tienen la capacidad de evitar la violencia contra sus parejas.
3.   Que ser varón no debe significar tener el derecho de ser violento con las mujeres, ni es de “verdadero” hombre hacerlo.
 
Se han promovido tres objetivos específicos:
  • Incentivar el compromiso masculino en la denuncia de la violencia específica, como una forma muy concreta de romper el “silencio de grupo”, que ampara las estrategias defensiva/ofensivas de los violentos, y de unirse a las mujeres en la lucha por la erradicación de la violencia doméstica.
  • Desactivar y cuestionar los mitos sobre la masculinidad que asocian hombre = violencia, y activar otros aspectos deseables de la masculinidad, tales como la de compañero dialogante, amigo, respetuoso e igualitario con las mujeres.
  • Impulsar un debate social y colectivo que busca la reflexión sobre aquellos aspectos no deseables de la masculinidad, cuando se vincula a las actitudes y comportamientos violentos, y los rechaza, implicando a las organizaciones sociales en las que participan varones.  
Para ello se planificaron acciones enmarcadas en una campaña de carácter publicitario que fue acompañada de acciones de apoyo y labores de lobby dirigidas a los medios de comunicación. Las acciones que describen el proyecto pasaron por diferentes fases y momentos.
 
Fase 1: Elaboración y difusión de materiales y contenidos
  • Recogida de información  
  • Reuniones de trabajo con especialistas publicitarios y expertos en masculinidad y género
  • Reuniones de trabajo y tormenta de ideas con otras ONG”s
  • Elaboración de soportes
  • Creación de un Argumentario
  • Cartelería de calle
  • Grabación de cuñas radiofónicas
  • Lazos blancos
  • Elaboración de Manifiesto
Fase 2: Acciones de lobby con los medios
  • Convocatorias de ruedas de prensa  
  • Envío continuado y contactos periódicos con los profesionales de los medios
  • Fomento de intervenciones en tertulias y columnas de opinión  
  • Vinculación con otras instituciones e iniciativas  
  • Reuniones periódicas con ONG´s específicas en atención a víctimas. Validación de las acciones a través de estos colectivos
  • Fomento del intercambio de experiencias y participación activa de organizaciones ajenas al Proyecto
  • Fomento de los espacios de “coste cero”.
Asistencia y dinamización de actos públicos destinados a difundir las acciones y filosofía del Proyecto Mercurio
  • Fomento de entrevistas a los portavoces
  • Presentaciones
  • Inserción de artículos en publicaciones de otras organizaciones
  • Recogida de firmas
  • Envío de manifiestos a centros y organizaciones sindicales  
Fase 3: Contactos y captación de portavoces
  • Fomento de liderazgo entre varones y fomento de la participación de los portavoces en la esfera publica
  • Campaña especifica para jóvenes
  • Acciones en centros educativos
  • Activación de intervenciones de los portavoces dirigidas a adolescentes
Fase 4: Desarrollo de la campaña comercial
  • Diseño estratégico de la campaña
  • Contratación de los espacios
  • Seguimiento  
Uno de los materiales clave del proyecto Mercurio fue el Lazo Blanco. El "Lazo Blanco “símbolo nacido en Canadá como identificativo del posicionamiento masculino de denuncia frente a la violencia contra las mujeres, fomentado en Europa desde 1999 a través de la Campaña Europea del Lazo Blanco (cuya entidad socia para España fue Fundación Mujeres), ha sido uno de los soportes simbólicos de la campaña.
 
El material más significativo fue la realización de la cartelería de calle de gran formato.
 
A lo largo del diseño de la campaña se optó por la estrategia de utilizar la desmitificación de los violentos para introducir el debate, apostando por la idea de que los victimarios no encajan en perfiles definidos por la clase, la simpatía o el comportamiento que muestran en público.
 
Una vez diseñada la “frase guía”, también se elaboró una cuña de radio, con el mismo lema a la que se añade una coletilla final que perseguía reforzar la idea de que la violencia de género es un problema creado mayoritariamente por varones y padecido fundamentalmente por mujeres.
 
La página web del proyecto Mercurio fue la corriente de transmisión de todos los contenidos. En ella se incluían las claves argumentales de la totalidad de los materiales desarrollados por Mercurio. La Web pretendía ser no sólo un vehículo de información sobre el desarrollo del proyecto, sino también una herramienta para la sensibilización de los varones sobre la violencia masculina contra las mujeres, con convocatorias de actividades y acciones, datos y documentación sobre esta violencia en Europa y sobre las razones culturales e históricas que son inherentes a ella (educación, mitos sobre la masculinidad).
 
El Manifiesto “Los hombres dicen NO a la violencia de Género”, pretendía reforzar la reflexión y el compromiso personal para no ejercer la violencia en el entorno familiar y social del individuo, así como las actitudes y comportamientos que promueven relaciones personales de igualdad y respeto.
 
Por otro lado, se intentó motivar el cuestionamiento de los modos y talantes que culturalmente respaldan la violencia de género.
 
Otro aspecto importante fue animar a la acción a través de:
  • la denuncia
  • la organización de actividades
  • el apoyo a los grupos de mujeres
Se desarrolló un argumentario/base para sostener la campaña: los contenidos del Argumentario han sido los ejes sobre los que se realizaron:
  • La captación de líderes (portavoces)
  • Los paquetes informativos del Concurso para la realización de un Spot publicitario
  • El Manifiesto de “Los hombres dicen NO a la violencia de Género”
  • El sitio web
  • Los talleres desarrollados en los Centros Educativos
  • Las intervenciones en charlas y encuentros con otros organismos
El argumentario del Proyecto Mercurio fue la base “ideológica” de la campaña, el discurso que se ha fomentado y ha servido para trabajar con los colectivos de varones. Se desarrolla a través de los contenidos incluidos en la Web y actúa como guía practica con la que han trabajado los portavoces en sus actividades con adolescentes o en sus intervenciones publicas.
 
Portavoces contra la violencia hacia las mujeres:
 
En el marco del Proyecto Mercurio se crea la figura de “Portavoz contra la Violencia” para captar personajes que por su popularidad o su campo de actividad puedan ejercer como líderes de opinión en la transmisión de los mensajes de la campaña.
 
El equipo de Proyecto Mercurio elaboró un listado de varones que pudieran hacerse eco del programa y participasen de forma activa en el mismo mediante charlas en colegios e institutos y entrevistas en los medios de comunicación.
 
En total se contactaron 35 posibles portavoces contra la violencia desde los más diversos ámbitos y profesiones, del periodismo al deporte, con especial énfasis en el mundo de la cultura.
 
El proyecto Mercurio siguió los siguientes pasos en su implementación:
  • Presentación del Proyecto Mercurio
  • Campaña de difusión y prevención en Centros Educativos  
  • Campaña publicitaria en radio, prensa y calle  
  • Spot publicitario / CONCURSO  
  • Valoración del impacto de la Campaña
  • Espacios de Coste Cero
  • Jornada de clausura del Proyecto Mercurio
El punto fuerte de la Campaña Mercurio es que se produce desde los hombres hacia los hombres. En ella se reforzó la idea de que la violencia de género es un problema creado por varones y padecido fundamentalmente por mujeres.
 
Esta denuncia explícita llama la atención sobre el hecho de que es imprescindible la implicación de los varones para la erradicación de una violencia en la que ellos son el agente activo.
 
La idea fuerza, se centra en que “es un problema de varones, que padecen las mujeres”. En todo momento se pretendió que la campaña estuviese basada en mensajes de hombres que se dirigen a hombres desde la complicidad del mundo masculino, para que el cuestionamiento de la violencia contra las mujeres se realizara desde el propio grupo de referencia. Los “mensajes-guía” que se difundieron pretendían cuestionar los códigos de conducta vigentes y motivar la movilización de los varones frente a la violencia desde la utilización provocativa de lo que es “ser hombre”.
 
El desafío que se planteó fue romper el silencio de grupo respecto a la violencia de género, asumir que no es un problema “privado” sino social y movilizarse con la valentía y resolución (valores considerados tradicionalmente masculinos) que se precisan para hacerlo.
 
 
 
 
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